PUBLICADO EN MI FACEBOOK: La foto está hecha en Pamplona. La mano que sostiene el ejemplar (recién salido del horno, yo aún no lo he tocado) es la de David Mariezkurrena, de la Editorial Lamiñarra. Me apresuro a agradecer públicamente la generosidad, la honestidad y el trabajo delicado y riguroso de David Mariezkurrena. Yo escribí El mundo sin libros porque ya apenas creía en los libros, pero David apareció, publicó mi libro y dio al traste con todos mis descreimientos. Un aplauso para él y para los insensatos que en este país siguen luchando cada día por la cultura.
PUBLICADO EN MI FACEBOOK: La foto está hecha en Pamplona. La mano que sostiene el ejemplar (recién salido del horno, yo aún no lo he tocado) es la de David Mariezkurrena, de la Editorial Lamiñarra. Me apresuro a agradecer públicamente la generosidad, la honestidad y el trabajo delicado y riguroso de David Mariezkurrena. Yo escribí El mundo sin libros porque ya apenas creía en los libros, pero David apareció, publicó mi libro y dio al traste con todos mis descreimientos. Un aplauso para él y para los insensatos que en este país siguen luchando cada día por la cultura.
ResponderEliminarTambién el abajo firmante había dejado de creer en los libros...
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